lunes, 28 de noviembre de 2016

LA LUZ - VENERABLE HERMANDAD DE CARIDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL TRABAJO Y NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ



LUNES SANTO



El Zaidín con Ntra. Sra. de la Luz


Antonio Padial Bailón

El entorno 


En el popular Barrio del Zaidín, al otro lado del río Genil, nace una nueva cofradía, como nuevo es su barrio. Nacido allá por 1953, en plena fértil Vega de Granada nace ese año una población con apenas 250 viviendas protegidas, construidas por el Patronato de Santa Adela y que contaban con un pequeño huertecito o patio. Este fue el nombre que el gobernador civil de aquella época, Servando Fernández Vitorio y Camps le puso en recuerdo del de su madre. 

Nacía en el antiguo pago nazarí de Al-Saedín (tierra entre ríos), por hallarse entre los rías Genil y Monachil, en el camino que conducía a Los Ogíjares y Dílar, ocalidad ésta última que le dio título a su arteria principal.


La entonces Avenida de Dílar. Se necesitaba un autobús, surcando el campo, para acercarse a Granada centro
Granada crecía en la década de los años sesenta debido a una fuerte inmigración de familias procedentes de los barrios granadinos de Albaicín, del Realejo y de los pueblos de la provincia y de las limítrofes con ella, que se fueron alojando en este lugar. Y el Barrio, en aquel tiempo separado del casco histórico por cerca de dos kilómetros de huertas, se fue acercando a la ciudad, conforme éstas se iban ocupando por construcciones, casi todas ellas de protección oficial.  

Las gentes humildes, en su mayor parte, vecinas del barrio le impregnaron de un ambiente popular y sabor castizo, que aún hoy conserva, convirtiéndose en las siguientes décadas en el distrito más populoso de la ciudad.

Hoy el Zaidín, que creció hacia Granada y hacia Armilla, englobando a parte de este último municipio, alberga cerca de 90.000 habitantes, y en su conglomerado se engloba: el nuevo Estadio "Los Cármenes", el Palacio de Deportes, centros comerciales,  el Parque Tecnológico de la Salud, el Hospital General y facultades de la Universidad, viéndose surcado por la línea de Metro, que conduce a dicho Parque.

Antecedentes

La advocación de Cristo del Trabajo o Jesús del Trabajo no era nueva en la ciudad de Granada; en siglos pasados algunas hermandades pasionistas, desaparecidas ya llevaban este título. Así, en la iglesia del Sagrario de la Catedral existió la Hermandad del Cristo del Trabajo y Vía Sacra, una de cuyas imágenes (tuvo dos), aún podemos venerar en la capilla de su nombre, situada a la derecha del templo, según ingresamos en él. 





Otra hermandad en la que uno de sus titulares llevaba el nombre de Jesús de la Humildad y Trabajos, era la Hermandad de la Orden Tercera del convento de San Antonio Abad (San Antón), y dentro de ella, la Piadosa Congregación de los Trabajos de Jesús, que andaba la Vía Sacra a la ermita del Santo Sepulcro del Cerro de los Rebites, desde su ermita del Pretorio, en el callejón de su nombre, detrás de los Escolapios. En la procesión de esta Vía Sacra se llevaba esta imagen de Jesús, un Nazareno y una Soledad, procedentes del convento de San Antón. Aún existe la imagen de Jesús de la Humildad y Trabajos y su ermita, englobada dentro de un edificio del Colegio del Sagrado Corazón.

Jesús del Pretorio o de la Humildad y Trabajos
Recientemente, se ha procesionado esta imagen de forma humilde por los alrededores del Callejón del Pretorio. En la antigüedad su extinguida hermandad lo procesionaba los miércoles santos ( y casi todos los miércoles del año), cubierto con vestimenta y contando con rico ajuar (2)


Por último,otra advocación de Cristo de los Trabajos, se encontraba en una imagen que tenía su capilla en la iglesia de San Gil, situada al final de la calle de Elvira en su entronque con Plaza Nueva, que fue demolida en 1868-69, y pasada su parroquia a la de Santa Ana.

Pero esta advocación antigua de Trabajos, no fue la que llevó a la hermandad del Zaidín a titular a su imagen de Cristo, seguramente no conocían estos antecedentes, que se referían con esta advocación a los trabajos del Señor en su Pasión sufriendo el desprecio, los azotes y el camino hacia el Calvario, cargando con la cruz, hasta su Crucifixión. La razón fue, la preocupación social de sus fundadores en un barrio, eminentemente obrero, la que los llevaría a darle la advocación de Cristo del Trabajo, como Jesús de los trabajadores y amparo de ellos y de las clases humildes.


Antigua Ntra. Sra. de la Luz, con la que se fundó la Cofradía. Hoy, Ntra. Sra. de los Dolores y Desamparo

La Fundación

Las cofradía granadinas, en 1985, año en el que se fundó la hermandad, estaban recuperándose de la más larga crisis de su historia reciente (1955-1975). En esta època de recuperación, se habían fundado diez cofradías y dos más se incorporarían poco después (Despojado y Cristo de San Agustín).


En un barrio, donde residían tantos cofrades procedentes de otros puntos de la ciudad, como el Albaicín o el Realejo, tan cofradieros, era inevitable que pronto surgieran en él hermandades de Semana Santa en esta época de crecimiento de la misma.


Y ocurrió que hacia la mitad de la Avenida de Dílar, el día 3 de mayo, un grupo de vecinos montó una cruz, para celebrar el día de su Invención. Algunos de los que estaban allí celebrándola, como Miguel Mesa Muñoz,  y su hermano Pepe, Alfonso Toro, Rafael y José Martí García, y Rosi Sanz, se plantean la idea de fundar una hermandad de penitencia. Pusieron mil pesetas cada uno para iniciar el proyecto.



Tras varias reuniones en la librería de Miguel Mesa y en los bares Los Pollos y Don Quijote, primera capillica de la naciente cofradía, en la Avenida de Dílar, a las que se unen otras personas, como: Manuel Ruiz Pareja, Rosa San Galindo,  Manuel Hernández Hernández, Matías Gutiérrez y otros, van montando los mimbres  de la naciente hermandad. 

Iglesia parroquial del Corpus Christi en el Zaidín


La sede que buscan fue la cercana parroquial del Corpus Christi, primera iglesia que se elevó en el Zaidín, según traza de Fernando Wlihemi, que fue inaugurada en junio de 1957. Solicitada la sede al párroco, D. Antonio Alonso, encuentran en él ciertas reticencias iniciales, que poco después va disipando y, finalmente, acepta a la cofradía e, incluso, les cede un local de las antiguas escuelas parroquiales, como casa de hermandad, en la calle Venezuela, nº 35. Con el tiempo,  el párroco D. Antonio se va acercando a la naciente cofradía, viendo el ahínco y la ilusión con que trabajaban los nuevos cofrades y que la iglesia se llenaba de fieles.


Deciden titular a la imagen de Cristo, que aún no contaban con ella, con la advocación de Trabajo, por las razones expuestas y que fuera una imagen de Jesús con la Cruz al hombro, que posara una de sus manos en el tronco de un árbol cortado, a semejanza con la devota imagen del Cristo del Paño de la localidad de Moclín (parece que la idea fue de Miguel Mesa) (3). Esta imagen pictórica, considerada muy milagrosa en toda la provincia de Granada y en las limítrofes, tiene una antigua y famosa romería en la que se inspiró el dramaturgo Federico García Lorca para escribir su obra "Yerma".

También, idearon parte de lo que sería un futuro paso de misterio: el Encuentro con la Verónica; dentro de esta idea se hicieron con un cuadro del Santo Rostro del Salvador del pintor, llamado Gasca.

En octubre de aquel mismo año la naciente hermandad presenta sus reglas al arzobispado para su aprobación canónica, aunque le fueron devueltas para que se reformaran ajustándose a las nuevas normas del concilio Vaticano. Las vuelven a presentar en septiembre de 1986, pero no le fueron aprobadas hasta el día 14 de febrero de 1990.


La Virgen de la Luz antigua o Ntra. Sra. de los Dolores

Virgen de la luz antigua o Ntra. Sra. de los Dolores y Desamparo como hoy está en su capilla



Sin imágenes de su propiedad, deciden dar culto a la Dolorosa que había en la iglesia del Corpus Christi, sede de la cofradía, a la que imponen el título de Ntra. Sra. de la Luz. Es esta imagen una Dolorosa del siglo XVII, que de forma tradicional se la ha venido atribuyendo a Alonso Cano, aunque este gran escultor no se le conocen imágenes de Dolorosas de vestir, ni creo que las hiciera, aunque sí pudiera ser de algún discípulo aventajado de este maestro.

También hay que decir, que tiene tallados unos mechones de pelo que se aprecian ambos lados de la cara y que dificultan el asentarle el rostrillo textil. ¿Quizá el escultor la concebiría, en principio, como imagen de busto?



Seguramente procede de algún convento exclaustrado en 1835-1836, y que según cierta tradición estuvo, primeramente, en la iglesia del convento de Santa Cruz la Real (Santo Domingo). No es de extrañar la estancia de la imagen en este convento, pues allí se llevaron muchas procedentes de los cenobios exclaustrados con la idea de crear allí el museo provincial. 



Lo cierto es, que el arzobispado recogió muchas de estas imágenes depositadas en Santo Domingo para distribuirlas por otras iglesias de Granada y su diócesis. Esta Dolorosa la cedió el cabildo catedralicio a finales del siglo XIX, y a instancias de arzobispo, D. José Moreno y Mazón, a la iglesia de Gracia, del antiguo convento de trinitarios descalzos, que en esa época se había acondicionado para instalar allí el Seminario Menor.  



Después, cuando se construye la iglesia parroquial del Corpus Christi, el párroco solicitaría la imagen y se le cedió, como después se hiciera con tantas otras que allí se veneran, con objeto de dotar de imágenes al nuevo templo. Por ello, en dicha iglesia estaba la antigua imagen de Ntra. Sra. de la Luz, advocación que le puso la hermandad, pues se la conocía con el título genérico de Ntra. Sra. de los Dolores. 



Tampoco era nueva esta advocación de Ntra. Sra. de la Luz; en la iglesia de San Luis de los Franceses se daba culto a una imagen de Ntra. Sra. de la Luz, probablemente por la antigua y devota hermandad del Santo Cristo de la Luz, aunque aquella imagen parece ser que no era de Dolorosa. Con el incendio intencionado de la citada iglesia albaicinera, durante la última República, desaparecieron ambas imágenes y el templo aún en la actualidad se encuentra en ruinas.


Antigua Dolorosa del Convento de la Merced, probable Ntra. Sra. de la Luz, hoy en Carmelitas Observantes


A otra imagen de Ntra. Sra. de la Luz se daba culto por la Cofradía de la Humildad de Nuestro Señor Jesucristo del convento de la Merced Calzada, que se veneraba al pie del Crucificado. Parece ser, que se trataba de la Dolorosa que procesionaba la hermandad el Miércoles Santo. Ello se deduce de un inventario de dicha cofradía de octubre de 1731 (4). Tanto la imagen como el Crucificado pasaron después de la Exclaustración de 1835 a la iglesia de San Ildefonso y tiene que ser la Dolorosa a la que dan culto las Carmelitas Calzadas "Calabaceras" a las cura, Sr. Moratalla, se la donó.    





Primera salida procesional


Constituyendo una hermandad de hecho, por no tener aprobadas sus reglas, la hermandad no por ello deja de mantener una continua vida cultual y procesional. Por ello, llegada la Semana Santa de 1986, a apenas un año de haber sido fundada, se decide realizar la primera estación el Sábado Santo por la tarde, día 29 de marzo de ese año. 


Se preparan y adornan unas parihuelas para procesionar a la Dolorosa de manos entrelazadas con el título de Ntra. Sra. de la Luz, a las que pusieron una randa blanca a modo de respiradero, sobre los faldones color burdeos, y cuatro esferas de margaritas y gladiolos en las esquinas sobre un friso de flores blancas. Los cirios delanteros eran cortos porque no se podía elevar la imagen, al no permitirlo la altura de la puerta de la iglesia, y no llevaba la Virgen más palio que el azul radiante del cielo que lucía aquella tarde. 



Sábado Santo de 1986

Una humilde cruz de madera, escoltada por dos faroles de artesanía granadina, eran la guía de la procesión. Ese año vistieron los hermanos por primera vez el hábito cofrade de túnica burdeos, con capillo y fajín verdes; detrás de la Virgen una sencilla banda juvenil del Zaidín. Fue la procesión por las calles Garellano, Navarra y Avenida de Dílar, hasta llegar al Puente sobre el río Monachil, confín entonces del Barrio. 

Ya en 1987, tras un año de esforzado trabajo, se presentan en el Sábado Santo varias novedades. La Virgen salió con palio negro de bambalinas rematadas con un fleco dorado, y algunos adornos en el techo, como una estrella de David, todo confeccionado por las vecinas monjas de Santa Rosalía. El palio iba sostenido por ocho varales de madera pintada con purpurina dorada. 

A la Virgen se le había suprimido la larga toca del año anterior y el rostrillo monjil, con lo que se apreciaba mejor la belleza de la imagen, cubriéndose con un largo manto de terciopelo negro. Aunque no vestida con demasiada fortuna, la hermandad pretendió a acercarla a la estética del resto de Dolorosas granadinas. También los cirios eran más altos y el exorno floral más variado, con bellas rosas de color blanco y rosa, salpicadas de gladiolos.



La hermandad seguirá su itinerario hasta el río Monachil, donde se visitará cada año a las monjas Siervas de los Pobres del colegio infantil de Santa Rosalía, para desde allí, tras ofrecerle a la Virgen profusión de bengalas y encendido de hogueras, volver a su sede parroquial.

La cofradía en estos primeros años se veía sometida a las críticas del mundo capillita cofradiero por su humilde presentación y su forma de concebir la procesión. Noo se comprendía que una hermandad naciente, sin más medios que la ilusión y el esfuerzo de sus cofrades, que por cierto, en sólo un año logró inscribir a más de 300 hermanos, número con el que alguna de las hermandades más antiguas no contaba.

La nueva hermandad se busca, no obstante, como patrocinadores a Alfonso Suárez Medía, que había sido presidente del Granada Club de Futbol y a la Compañía Sevillana de Electricidad, a los que nombra hermanos mayores honorarios, que contribuyeron, especialmente el primero, con importantes aportaciones. También se incorpora a la Hermandad, Vicente Aguilera Lupiañez, empresario, y que será hermano mayor de la cofradía.







Jesús del Trabajo el día de su bendición en 1988
Se realiza la imagen del Cristo del Trabajo

La hermandad, que en estos primeros años contaba con la Dolorosa, encarga a Eduardo Espinosa Alfambra, sobrino del renombrado escultor, Eduardo Espinosa Cuadros, la hechura de Jesús del Trabajo, que estuvo terminada para el día 20 de marzo de 1988, y fue bendecida ese día por el arzobispo D. José Méndez Asensio en una concurrida Eucarístia.




Bendición del Cristo en la iglesia del Corpus Christi

Llegado el Sábado Santo de ese año, día 2 de abril, la cofradía volvió a salir por el barrio, esta vez con la imagen del Cristo del Trabajo, sobre un sencillo paso, con cuatro sencillos hachones con cirio, realizados por el mismo escultor del Cristo, Eduardo Espinosa Alfambra, y calvario de claveles ojos, sobre una randa de encaje, que hacía de respiradero. Era portado por sus costaleras, una de las pocas hermandades que contaba con ellas, pues la hermandad contaba con un cuerpo propio, desde sus principios, femeninos en el Cristo y masculinos en la Virgen. 







En estos años la cofradía se iban haciendo con los más imprescindibles enseres para procesionar; así, en 1989, se realiza el estandarte del Cristo y nuevos capillos.




Antes de la Semana Santa de 1990, siendo arzobispo de Granada, D. José Méndez Asensio, se aprueban canónicamente los estatutos de la hermandad. Fue en el día 14 de febrero de ese año, cuando la cofradía se legaliza y pasa a ser hermandad con sus derechos y obligaciones. En la dirección de la corporación nazarena estaba en esos momentos el que será su segundo hermano mayor, Vicente Aguilera Lupiañez. 

En esos años, antes de aprobar estatutos, la hermandad realizaba los actos de culto, benéficos y sociales, incluso un pregón de Semana Santa, que en 1990 lo pronunció el poeta Miguel Ruiz del Castillo, presentado por el periodista Jorge Lachica.  

Pero ese año 1990 la hermandad decidió trasladar su procesión al Domingo de Ramos, aunque aún no procesionría por el centro de Granada por exigirse, por parte de la Real federación de Cofradías, reunir determinados requisitos de presentación por la carrera oficial. 

Sin embargo, la cofradía contaba en este sentido con apreciables avances en su estética procesional. Así, el paso de palio presentó ese año de 1990 unos varales y el respiraderos de orfebrería, realizados por el orfebre granadino, Rafael Moreno, y costeados por el hermano mayor honorario, Alfonso Suárez Mendía, al que antes nos hemos referido.

1990. Virgen de la Luz antigua. Estreno del respiradero y varales
La colocación de los nuevos respiraderos y de los varales impedía que el paso saliese de la iglesia del Corpus Christi por la escasa altura de la puerta, por lo que se le acondicionaron unas ruedas al nivel de la base del respiradero, para, así, empujar y arrastrar al paso (5). Método que tenía alguna cofradía más, como la de los Ferroviarios, para salir de San Juan de Letrán.

También se estrenaban los báculos de orfebrería y un simpecado, yendo acompañadas las imágenes por las bandas de cornetas y tambores de la Cofradía, también zaidinera de la Lanzada y la de música de la localidad granadina de Monachil. 


1990. Luz antigua. Aprobados estatutos

No pudo la cofradía completar ese año su recorrido procesional porque la lluvia se lo impidió, como lo hizo también al resto de las cofradías en la ciudad, todas tuvieron que volver a sus sedes, viviendo momentos de desorganización en los regresos a sus respectivas sedes canónicas. 

Volvió a cambiar la cofradía de día de salida, para hacerlo en 1991 la tarde del Lunes Santo, aquella era la sexta salida procesional por las calles del Zaidín, cambiando ese año la cruz de guía de madera por otra  muy bella de orfebrería, también del reconocido taller de los Hermanos Moreno, así como, los faroles de acompañamiento de dicha cruz, de los mismos orfebres granadinos.



La cofradía por la Calle Navarra. Nueva cruz y faroles guía

El Cristo del Trabajo seguía saliendo en su humilde paso, pero ese año (1991) se vio su cruz rematada con unas cantoneras de alpaca plateada, que después se sobredoraron, y labrada por los citados orfebres. También contaba con guión o estandarte, que fue realizado en el taller de Jesús Nazareno, según diseño de Domingo Fernández Torres. 


La cofradía iba avanzando en lo que sus escasos medios económicos se lo permitían, aunque no se restringía, sin embargo, en las flores que ofrecía a sus Titulares para la salida procesional, con centros y esquinas de iris morado y calvario de claveles rojos, con los matices de otras flores.

1991. Cristo del Trabajo estrena cantoneras

1992. Primera salida por el centro de Granada e incorporación a la Federación


La hermandad había salido a realizar su procesión de Semana Santa por las calles de su barrio seis años consecutivos, pero, en 1992, ya se la consideró por la autoridad eclesiástica y por la Real Federación de Cofradías en condiciones para realizar su estación de penitencia por el itinerario oficial de las cofradías de la Semana Santa granadina. 

Siete años de continuados esfuerzos y de paciencia de aquellos fundadores, y de otros hermanos, que se fueron acercando a esta hermandad, típicamente de barrio, habían dado su fruto. Y en el populoso barrio zaidinero, especialmente en los entornos de la Avenida de Dílar, donde tiene su alma más profundamente castiza, iban creciendo estas dos devociones de Trabajo y Luz, entre las gentes más sencillas y más enraizadas en el Zaidín, aquél que se extiende entre dos ríos, como ya lo denominaron los árabes granadinos.


1992. La hermandad sale por el centro de la ciudad

La Real Federación de Cofradías señaló a la cofradía como fecha de realizar su estación de penitencia el Lunes Santo en el primer lugar de las cinco del día. Era ese año el día 13 de abril El largo recorrido hacía que la hermandad tuviera que salir de su templo a las cuatro de la tarde, para seguir por la calle Garellano, la Avenida de Dílar, Sos del Rey Católico, y por poeta Manuel de Góngora, cruzar el Puente Romano del Genil, al Humilladero y Carrera de la Virgen, donde hizo estación ante la Basílica de la Patrona, la Stma. Virgen de las Angustias, y por el Campillo y Plaza de Mariana Pineda, entrar en San Matías y Navas para acceder a la tribuna, entonces en la Plaza del Carmen, y de ahí a Bibrambla, Pescadería, Marqués de Gerona, Pasigas y acceder a la puerta de la Catedral (entonces no se entraba en ella).

Para pasar por el itinerario oficial de las hermandades, en la cofradía se producen muchos cambios: 

Primeramente, la hermandad empieza a dar culto a otra imagen mariana, para sustituir a la antigua Dolorosa del Siglo XVII. La nueva imagen de Ntra. Sra. de la Luz se había encargado al mismo escultor que el Cristo del Trabajo, Eduardo Espinosa Alfambra, pro curando que esta nueva Dolorosa tuviera cierta semejanza con la antigua. El realizar una nueva imagen se debió al mal estado de conservación de la antigua, que no la hacía apta para procesionar sin agravar su deterioro; por otra parte, al ser una imagen prestada por el arzobispado, no se estaba seguro de que en un futuro se pudiera contar con ella para procesionar.


1992. Nueva Virgen de la Luz de Espinosa Alfambra


Espinosa Alfambra tenía finalizada la talla de la imagen para su bendición en la Cuaresma de aquel año, así como de su nueva corona, realizada por los Hermanos Moreno. La ceremonia tuvo lugar, el día 8 de marzo de 1992, en el templo sede de la cofradía, en una solemne función religiosa celebrada por D. Manuel Montoya Peláez, Vicario General de la diócesis, asistido por el párroco, D. Antonio Alonso Gómez y D. Serafín Sabio Salguero, capellán de las Hermanitas de los Pobres.



1992. Jesús del trabajo con la túnica estofada

En segundo lugar, un cambio en los pasos, aunque el del Señor fue ese año en un sencillo paso de madera caoba con sus cuatro hachones en las esquinas, se apreciaba un cambio en la imagen: había sido su tallada túnica estofada y su rostro retocado por su autor en la policromía. Sí lo hizo el paso de palio de la Virgen de la Luz, que varió prácticamente su fisonomía, desapareció el color negro de sus elementos textiles, para poner un palio de malla rosácea, de caídas más largas y pasamanería de las de bellota, aunque sólo en la delantera y trasera. También se cambió el manto para ponerle uno de tela de damasco o brocado en color granate con su urdimbre en hilos seda dorada, realizado por las dominicas de Santa Catalina de Siena. La Virgen lucía en su pecho una granada de oro y un rostrillo de tisú dorado.


1992. Luz ante la Catedral. Primer año oficial

Dadas las escasas dimensiones de la puerta de la iglesia y las dificultades que salir por ella se presentaban, se pensó en salir de unos locales que la Compañía Sevillana de Electricidad tiene en el Paseo de la Bomba a la entrada de la Carretera de la Sierra. La Federación de Cofradías no se lo autorizó y, afortunadamente, aún con la dificultad que suponía salió de su templo.

Una inmensa muchedumbre cubría la plaza de la iglesia y la Avenida de Dílar. El Zaidín estaba presente para despedir a unas imágenes, que por vez primera se adentraban en el casco histórico de la ciudad y que en tan pocos años habían concitado una gran devoción entre muchos de sus vecinos. Iba apadrinada la hermandad por la cofradía de los Gitanos del Stmo. Cristo del Consuelo, y la también zaidinera, del Cristo de la Lanzada. 

Las palmas y los vítores se sucedían al paso de los Titulares, a lo largo del itinerario zaidinero, y muchos devotos con promesa iban tras de ellos para acompañarlos en su largo itinerario, que no arredraba el entusiasmo en el andar de sus costaleras y costalero, mandados por Francisco Rodríguez Campos y Pedro Rodríguez Fresneda. Era la cofradía zaidinera por antonomasia y la forma más popular de entender la Semana Santa en la calle.


Ntra. Sra. de la Luz en Calle Garellano


El que escribe la vio nacer, allá por 1986; cada año no faltaba a la cita de su salida por el barrio, cuyas gentes veía cada vez más enfervorecidas. El mundillo cofrade vivía entonces de espaldas a esta cofradía, hoy muchos no faltan a la cita de las cuatro de la tarde del Lunes Santo, cuando la ola de entusiasmo desborda la Avenida de Dílar. Salta la saeta antigua, de pueblo, de la garganta de una mujer mayor, asomada tímidamente al balcón; mujeres que sólo le cantan a este Cristo y a esta Virgen, mujeres que ni siquiera saben de otras cofradías...que no hay para ellas más Semana Santa en la calle que la del Lunes Santo zaidinero.

Aquella cofradía, a veces denostada por los "entendidos" de nuestra Semana Santa y arte popular "semanasantero", que pensaban que de aquellos cofrades zaidineros no podría salir nada meritorio, devoto, ni artístico, hoy, sin embargo, la vemos encaminada a ocupar un puesto entre las "grandes". Esto último, así lo creí, y lo creo, porque la semilla de la materia prima estaba sembrada y había un campo fértil: el Zaidín. Hoy, como se verá a lo largo de este trabajo, y después de treinta años, se la ve caminar hacia esa grandeza, pero entonces, la prensa, la radio y las revistas cofrades, apenas la mencionaban.




Según los estatutos de la Real Federación de Cofradías de Granada, las hermandades quedaban incorporadas a dicho organismo, desde que eran autorizadas a realizar su estación de penitencia por el itinerario oficial y la realizaban. Así, esa Semana Santa de 1992 la Venerable Hermandad del Stmo. Cristo del Trabajo, quedó incorporada a la Federación de Cofradías.



1993. Cristo del Trabajo. Foto de Armando López Murcia

Las novedades se venían sucediendo en los próximos años, y, en 1993 y 1994, nuevos enseres y elementos se incorporaron, como unos nuevos respiraderos para Jesús del Trabajo, desapareciendo ese último año aquel paso humilde de los primeros años. Estos nuevos respiraderos, que estaban sin terminar, apenas tenían formas, que irían adquiriendo en los siguientes años, sólo tenían ese año un tallado de elementos vegetales calados por donde respirar las costaleras. Los estaba realizando el tallista granadino Francisco Alcalá, que realizó el primer paso de Jesús Nazareno, con taller cerca de la ermita de San Sebastián.


1994. Nuevo respiradero. Centro de iris, donde irá después una cartela


Ese año de 1994, la Hermandad celebró cabildo de elecciones con gran participación de hermanos, y al que se presentaron de candidatos: el hermano mayor cesante, Vicente Aguilera Lupiañez y el capataz del Cristo, Francisco Rodríguez, resultando reelegido el primero.

Aquella Semana Santa de 1994, la Virgen estrena su primera saya bordada en hilo de oro, por el sistema llamado de realce, en color azul oscuro. No sabemos si el bordador, quizá fuera el granadino Francisco García Moya, que al siguiente año bordó el Simpecado de la Virgen. La imagen con cuatro ramos mezcla de gladiolos y rosas blancas en las esquinas, y tres buquets de rosas, también blancas en el frontal del respiradero. La Virgen procesionó el Lunes Santo a los acordes de la Agrupación Musical de Morón de la Frontera y el Cristo con la banda juvenil del Consuelo. 

Una incorporación nueva a la Semana Santa de Granada se produjo ese Lunes Santo de 1994, la de la antiquísima Hermandad del Santo Crucifijo de San Agustín, pero la del Cristo del Trabajo continuó siendo la primera de dicho día. La circunstancia de lejanía de su sede, a la que solía llegar a las dos y media de la madrugada, no le permitía ocupar otro puesto. 


1994. La Virgen de la Luz estrena saya azul bordada en realce

Los respiraderos de Jesús del Trabajo presentaban un aspecto diferente al siguiente año de 1995. Entonces no se exigían muchos requisitos a las cofradías nuevas para realizar por la Carrera Oficial la estación de penitencia y ese año se pudo apreciar una nueva fase en el respiradero que estaba realizando Francisco Alcalá Romero. Se habían tallado las esquinas terminadas en gárgolas mitológicas, el friso y la cornisa, y el el frontal, todo ello barnizado en caoba y una gran cartela tallada, enmarcando es escudo de la cofradía y el anagrama de Jesús en color oro viejo.

Cuatro faroles de artesanía granadina, en las esquinas (habían desaparecido aquellos cortos hachones con cirio), y dos jarras con gladiolos rojos, a ambos lados de la imagen. El paso se iba acercando a lo que se concebía en los cánones estilísticos. Un llamador de cruz portado a modo de Cirineo, del orfebre Ramón León, completaba ese año el paso. 

1995. Nueva fase del respiradero

En la sección de la Virgen, siempre precedida de numerosas féminas de mantilla, también se estrenó un simpecado, realizado por Francisco García Moya. El manto también fue cambiado en 1995, sustituyéndose el de brocado granate, que llevó los tres años anteriores, para adoptar otro de terciopelo rojo, color que será el definitivo que aún hoy conserva. También contó con en entrecalle, que lo forma una custodia en razón del Corpus Christi, la iglesia sede donde reside la cofradía.






La hermandad estaba inmersa en 1996 en realizar una puerta lateral al templo del Corpus Christi. Once salidas procesionales se cumplían ese año, con grandes dificultades para salir los pasos por las escasas dimensiones de la única puerta; eran, además, años en los que la cofradía estaba formando sus pasos y las decisiones sobre los proyectos a realizar, necesariamente se veían limitadas, si habían de atenerse a la puerta existente.

1997. Nueva puerta para la salida procesional

Después de diversos trámites, se consigue autorización para abrir la puerta lateral en el crucero izquierdo de la iglesia, según se ingresa en ella, junto a la capilla de la antigua titular, la hoy Ntra. Sra. de los Dolores y Desamparo. La cofradía tendría que reservar fondos para las obras.

Ese año de 1996, el día 13 de noviembre, la hermandad ve aprobadas sus nuevas reglas por la autoridad eclesiástica adaptadas a las nuevas exigencias del Estatuto Marco de las cofradías.



1997. Luz en calle Polinario

Una curiosa anécdota ocurrió en la salida penitencial de 1996, tres muchachas sevillanas, pidieron autorización para salir de costaleras en la hermandad de la Candelaria de Sevilla y les fue denegada, pues en las cofradías de esa ciudad no se admiten mujeres en esta labor. Por diversas circunstancias, tuvieron contacto con Vicente Aguilera, conociendo que en la cofradía granadina el Cristo del Trabajo lo portaban costaleras, las invitó a participar, pudiendo llevar al Señor el Lunes Santo de 1996. Poco después, serán las costaleras de Alcantarilla (Murcia) que se hermanarán con las de Jesús del Trabajo.

En enero de 1997 vuelve a ser reelegido hermano mayor Vicente Aguilera Lupiañez y ratificado por el arzobispo. De ahí en adelante, estos cargos no podían prolongarse más de ocho años, según las nuevas disposiciones eclesiásticas sobre las cofradías (Estatuto Marco de 1996) .

Por fin, en la Semana Santa de 1997, la Cofradía iba a contar con una puerta suficiente para poder salir con los pasos y tener perspectivas para cambiar o ampliar ambos pasos en el futuro. La puerta lateral estaba terminada y por ella salió la hermandad el Lunes Santo de ese año. Ya no serían necesarios arrastrar con ruedas el paso de palio y las costaleras del Cristo podían salir erguidas. 


Nueva puerta de salida, realizada para 1997
El paso de Jesús del Trabajo ganó en altura por haber finalizado el tallista, Francisco Alcalá, un "canasto", a modo de gran peana en caoba, que iba sobre el respiradero, que también realizó años antes. Cuatro faroles de esquinas de orfebrería de Miguel de los Ríos, sustituyeron a los de artesanía granadina que había llevado, y nuevos faroles guía del mismo orfebre sevillano. También, se estrenó el llamador, del orfebre Ramón León Peñuelas.

Una vez concluida la nueva puerta de salida la hermandad decide remodelar las medidas de los pasos, ampliando el respiradero de la Virgen de la Luz, para añadirle a cada lado un módulo de orfebrería de unos quince centímetros, que realizó el orfebre sevillano Manuel de los Ríos. 


A los lados se aprecia el añadido para dar anchura al paso

La Virgen había sido trasladada al taller de su autor, Sr. Espinosa Alfambra, para realizarle un retoque en sus facciones, intervención que supuso una mejora artística de la titular mariana de la hermandad. 

También, el Lunes Santo de 1998 supuso el estreno de la bambalina frontal del palio, realizada en recorte en calado de malla, ya adaptada a la nueva anchura del paso, bambalinas, todas ellas, que fueron bordadas en el taller de Ángel Perea (fue fundador de la Hermandad de Jesús Cautivo). El techo del palio se sustituirá por otro de color azul, al igual que los faldones. Todo el conjunto de bordado estuvo finalizado para la Semana Santa de 1999.





La hermandad contaba por estos años con una cifra de hermanos cercana a los mil, una de las más numerosas de la ciudad de Granada, no muy dada a que su ciudadanos se involucraran en su Semana Santa, y un número de nazarenos próximo a los trescientos, más una importante cantidad de hermanas vestidas con la mantilla en la sección de la Virgen, según costumbre ancestral granadina. También hay que mencionar a los devotos que van detrás de las imágenes por todo el largo itinerario. 

Entre los cultos que venía realizando la hermandad estaban el triduo cuaresmal terminado en la función principal con imposición de medallas a los nuevos hermanos; una misa mensual el segundo sábado de cada mes y la ofrenda floral a la Virgen de la Luz el día 3 de mayo, con besamanos, ese día de la celebración de la Invención de la Santa Cruz, y cultos a los hermanos difuntos en noviembre, para los que en esa época la Virgen se viste de luto.

Asimismo, se adecentaron las capillas de los Titulares. La segunda de la izquierda, según se entra en la iglesia, es la de Jesús del Trabajo, con altar de madera y la capilla tapizada en color rojo. A la Virgen se le hizo un templete neoclásico en color blanco y capitel en pan de oro, con un fondo de damasco púrpura, con unas cornucopias y candeleros.



Altar de la Virgen de la Luz, que viste de luto

En la Semana Santa del año 2000, sucedió un cambio fundamental para el conjunto de las cofradías granadinas: fue la autorización del arzobispo D. Antonio Cañizares Llovera para que las hermandades realizaran su estación de penitencia hasta el interior de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana. Se recuperaba con ello una finalidad perdida hacía más de dos siglos y que las actuales cofradías venían reivindicando, al menos, desde el inicio de los años cuarenta del pasado siglo.

Se celebraba el Año Jubilar de entrada del nuevo milenio y, entre otras celebraciones, el arzobispo, Mons. Cañizares, quiso satisfacer esta aspiración tan largamente reiterada por las cofradías, no sin la resistencia, cuando no oposición, de muchos componentes de la Curia Eclesiástica y Cabildo catedralicio. También se celebró en dicho templo metropolitano una magna exposición: Jesucristo y el Emperador Cristiano, en la que particiaron diversas imágenes titulares de nuestras cofradías.

La Virgen con el módulo añadido a los lados

No todas las hermandades pudieron entrar en la Catedral, pues hubo días, como el Domingo de Ramos, Martes y el Sábado Santos que la lluvia impidió cumplir con el jubileo a algunas hermandades. El Lunes Santo fue más benigno el tiempo y la del Cristo del Trabajo hizo su estación de penitencia ante el altar mayor del templo catedralicio, acompañada del arzobispo Cañizares.

La Virgen estrenaba para esta ocasión el techo de palio bordado, finalizando con ello esta obra de bordado del taller de Ángel Perea. Y un cambio sustantivo en la flor, para llevar capullos de rosa en este color, abundantes en el friso y en forma de pináculos en las jarras, supliendo la falta de candelabros de cola, otros dos pináculos más grandes. La Virgen había sido vestida por José Rodríguez Abad, llevando toca de sobremanto.

Un equipo de capataces mandaban los pasos a las órdenes de Rafael Pérez Romero, como capataz general, y Manuel Pérez Romero y Alfonso M. Toro Regaño. Marchaban los pasos a los acordes de la Agrupación Musical Cristo del Consuelo, en el paso del Señor, y la Banda de San Isidro de Armilla y ordenaba en estos años la organización de la estación, el diputado mayor de gobierno, Rafael Marti Jiménez.




Luz, año 2000. Se entra en la Catedral. Foto de Eusebio Rodríguez

No tardo la hermandad en suplir la falta de candelabros de cola, pues para la siguiente Semana Santa de 2001 se le encargaron unos al orfebre de Motril, Eleuterio Aragón, así como, la peana de la Virgen, siguiendo el diseño de un hermano de la cofradía, Antonio Galdón Amador, que iba a suplir una de madera, que hasta entonces había utilizado. También Eleuterio Aragón le hará para 2002 el juego de varas de los cargos y nuevos faroles para la cruz de guía.

Ese año, Nuestra Señora de la Luz volvió a ser exornada con su tradicional flor blanca con mezcla de gladiolos. Cuan diferente se apreciaba este paso de palio comparándolo con la primeras salida procesional de la hermandad de hacía sólo 15 años; aquella Virgen de los Dolores, antigua y bella, donde ella sola resplandecía, cobijada en un paso tan humilde, sin más palio que el firmamento y sin más resplandor que el de la estrellas. Ahora, toda un ascua de luz inundaba la imagen de la Señora, esparciendo en nuestros rostros y almas la Luz de la Co-Redención.

2001. La Virgen de la Luz con sus nuevos candelabros. Foto de Fernando Daniel

Todo estaba dando un vuelco en la presentación de la cofradía, ese año de 2001 quedaron atrás aquellos sencillos hábitos rojizos de capillo verde, de tela de escasa calidad para ser sustituidos por otros de uniforme color burdeos y cordón para ceñirla en verde. Los cargos llevaban capa en color hueso, que unos años después se extendería a todos los hermanos, como hermandad de más puro barrio.

Nuevos hábitos estrenados en 2001

Después de la Semana Santa de 2001 se celebró el cabildo de elecciones en el que Rafael Marti Jiménez, sería elegido hermano mayor de la cofradía, para sustituir al que muchos años había ostentado este cargo, Vicente Aguilera, que por otra parte, le era incompatible con la actividad política a que se había dedicado, como concejal de Mantenimiento del Excmo. Ayuntamiento de Granada. Como venía siendo costumbre de le nombró al Sr. Aguilera hermano mayor honorario de la hermandad.

Rafael Marti, compaginará su cargo con el de vocal de Economía y Presidencia, tesorero y vice-tesorero de la Real Federación de Cofradías de Granada, cargos en los que ha estado más de dieciséis años. Durante su mandato la hermandad llegó a alcanzar la cifra de más de 1.100 hermanos.

En la nueva junta de gobierno Rafael Martí nombró a José Galdón González vice-hermano mayor de la cofradía. Nuevos e importantes proyectos se iban a acometer en esta, que podríamos llamar tercera etapa de la cofradía. Ésta había conseguido bastante dignidad en su presentación en la estación de penitencia y se abría un horizonte de esplendor y novedades para los siguientes años.

El Lunes Santo de 2003 se presentó inestable desde la perspectiva meteorológica y la junta de gobierno decidió suspender su estación de penitencia, con gran contrariedad de cofrades y vecinos del Zaidín. Luego no llovió en toda la noche.






Pero no se podían defraudar los anhelos y la ilusión de ver a los Titulares en la calle y se decidió solicitar de la Real Federación de Cofradías que se autorizar la salida el Sábado Santo por la calles del barrio, cosa que fue autorizada.

Como en sus primeros años fundacionales, la cofradía estuvo ese día entre sus devotos vecinos ese último día de Pasión. Se llegó como antaño hasta el puente del río Monachil, recordando con cierta nostalgia aquella fuerza e ilusión que los llevara a crear unas nuevas devociones en aquel barrio granadino sin apenas experiencia en la Semana Santa.   

Un grupo de hermanas había organizado un taller para realizar prendas para la hermandad y en 2004 se confeccionó un juegos de dalmáticas para el cortejo litúrgico de los pasos, también harían una saya blanca. Ese año el paso de la Virgen de la Luz estrenó nuevas jarras, violeteras y farolillos entrevarales, realizados por el motrileño Eleuterio Aragón.



2004. Taller de la hermandad

Al final del año, se comenzó a conmemorar el 150 Aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción y Nuestra Señora de la Luz se expuso en devoto besamanos la víspera y día 8 de diciembre. Lucía Nuestra Señora sus mejores galas de reina, con su saya azul bordada y manto de brocado, sobre su peana procesional. Centenares de vecinos fueron a besar su mano.


Ntra. Sra. de a Luz. Besamanos Inmaculada 2004. Foto. Eusebio Rodrigo

Se barajaba por la hermandad, quizá por el grupo más joven, la posibilidad de realizar una túnica para sobrevestir la imagen del Señor, pero la iniciativa no llegó a prosperar. Estas decisiones de variar la apariencia de los Sagrados Titulares suelen tener sus riesgos, cuando los cofrades y devotos tienen la idea de sus imágenes sedimentada, lo que no quiere decir que no se puedan realizar puntualmente estos cambios para comprobar que efecto producen. 

En la Semana Santa de 2005, se contrató la Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús de la Misericordia del pueblo sevillano de San Juan de Aznalfarache y a sus sones marchó el paso de Jesús del Trabajo, siendo la banda municipal de Otura la que acompañó a la Virgen de la Luz, que iba adornada de forma monocolor con rosas blancas con sus hojas verdes en jarras y frisos y comenzará a llevar ramos de cera en la fila delantera de la candelería, algo característico que la ha acompañado en estos últimos años.

Muchos vecinos, como venía siendo costumbre acompañaron a sus imágenes hasta el puente romano del Genil, para despedirlos a la entrada del centro de la ciudad. La recibirá, a la vuelta, en la calle de San Antón, lugar verdaderamente único para ver la cofradía, antes de cruzar el río.  

En 2006, dos retablos cerámicos de sus imágenes colocará la hermandad en la puerta de salida de la cofradía. Fueron encargados al ceramista de Puente Genil, Javier Aguilar, que quizá lucirían más si se hubiesen realizado algo más grandes. 


Salida de Ntra. Sra. de la Luz entre los retablos cerámicos

Al cofrade le agradan las ceremonias y la liturgia procesional y esta hermandad desde sus inicios ha mantenido un protocolo de salida muy particular. El hermano mayor acompañado del secretario y de un oficial, llegan a la puerta de salida vestidos con su túnica y da unos golpes en la puerta; ésta de abre y aparece en el umbral la Cruz de Guía, sus faroles y el director espiritual, en esos años, D. Miguel Peinado, junto al diputado mayor de gobierno y el segundo secretario, firmándose el acta de salida y entrega de la cofradía al diputado mayor de gobierno para que guíe a la hermandad hasta la Santa Iglesia Catedral a realizar estación de penitencia.


Jesús del Trabajo en la Catedral

Ese año de 2007, terminado el protocolo de salida, y tras la cruz de guía, irán las filas de nazarenos que presentarán una novedad: todos ellos llevarán sobre su hábito una capa color beige, al igual que los cargos, que ya la llevaban desde años pasados. Un signo externo con el que el pueblo identifica a una hermandad de barrio.

Pero todo quedaría en el protocolo el Lunes Santo de 2007, y algo más, pues cuando ya estaban los pasos en la calle y el de Ntra. Sra. de la Luz llegaba a la Avenida de Dílar tuvieron que regresar al templo; la inoportuna lluvia truncó las ilusiones de todo un año e impuso su tiranía, dejando los vecinos del Zaidín agolpado a sus puertas.

Un regalo compensativo ofrecerá su hermandad a su Madre de la Luz al siguiente año de 2008: una hermosa y artística saya de salida bordada en oro sobre terciopelo azul. La pieza fue diseñada por el hermano de la cofradía Juan Antonio Galdón y realizada por el bordador Joaquín Salcedo de Málaga, en su taller de la calle Gigantes. Entre las obras más importantes de Salcedo figura el palio de María Santísima de la Trinidad de Málaga, de la Cofradía del Cautivo.


2008. Nueva saya de la Virgen de la Luz

La saya fue expuesta en el mes de febrero de ese año y Ntra. Sra. de la Luz la llevó el Lunes Santo de 2008. Fue un día espléndido el de ese año, en compensación con lo infortunado que fue el año anterior; el Señor del Trabajo llevó una novedad floral en relación con la acostumbrada: junto al calvario de clavel púrpura lucía un friso de rosas rojas.

La Virgen con su nueva saya fue recibida por la calle Marqués de Gerona entre una lluvia de pétalos antes de entrar en la Plaza de las Pasiegas y perderse por las naves de la Catedral.



2008. Virgen de la Luz con la nueva saya bordada por Joaquín Salcedo


La Passio Granatensis

En la Semana Santa de 2009 la Federación de Cofradías celebraba el Centenario del Santo Entierro Antológico, iniciado en 1909, que será el germen de la Semana Santa actual, tal y como la conocemos hoy. Las cofradía antiguas de la Semana Santa granadina de siglos pasado se había perdido por diversas vicisitudes de la historia (que ya hemos explicado en otros artículos de este blog) y con la celebración de dicha procesión del Viernes Santo en la que diversas imágenes formaban parte de sus pasos, se irán creando paulatinamente , a lo largo del siglo XX, la mayor parte de nuestras actuales cofradías. 

Aquel Lunes Santo la Hermandad de Jesús del Trabajo fue despedida, como de costumbre, por los fervorosos vecinos del Zaidín, presentándose la peculiaridad de que ese año Jesús sería portado a costal por sus hermanas costaleras. Hizo estación de penitencia en la Catedral, pero el Señor se quedó en ella, regresando sola a su templo del Corpus Christi Ntra. Sra. de la Luz. Decir que volvió sola al Zaidín es solamente un decir, pues multitud de zaidineros la esperaban a la salida de la Catedral por la puerta siolesca del Perdón y ya no la dejaron hasta varias horas más tarde, ya de madrugada, en que la recogieron entre fervorosos aplausos y vivas en su templo.

Jesús del Trabajo se quedó verdaderamente sólo en la Catedral, mientras trascurrían el resto de los días de la Semana Santa, y allí quedó hasta el Sábado Santo de ese año 2009 para participar en la celebración de la magna procesión, llamada la Passio Granatensis, conmemorativa del centenario de aquel Santo Entierro Antológico. Todos los pasos de Cristo de nuestras cofradías, más el de la Soledad de Santa Paula, salieron de la Catedral a las cuatro de la tarde por riguroso orden cronológico de escenas de la Pasión de Jesucristo.


2009. Jesús del Trabajo en la Passio Granatensis. Revista Gólgota

Durante la mañana de aquel Sábado Santo todos los pasos de Jesús se fueron concentrando en la Catedral a excepción del Cristo del Trabajo y de Santa María de la Alhambra, que ya estaban en ella. Un verdadero museo de la imaginería granadina se había constituido en la Catedral aquella mañana del Sábado Santo.

Desde el Señor de la Borriquilla, hasta la Soledad de Santa Paula recorrieron las calles de Granada aquel Sábado Santo de 2009, algunas imágenes, tuvieron que ser cubiertas con plásticos, por alguna lluvia intermitente, que aquella tarde se presentó de forma, como siempre, inoportuna. A pesar de ello, todas las calles del centro se mostraban abarrotadas de gente de Granada y de fuera de ella.

La lluvia volvió a presentarse el Lunes Santo de 2010. Toda la cofradía había salido de la iglesia y al doblar el paso de la Virgen de la calle Polinario a la venida de Dílar comenzó a caer un fuerte aguacero que hizo cubrir las imágenes con plásticos. A pesar de ello, la junta de gobierno decidió proseguir hacia el centro de la ciudad arropada por el entusiasmo y aplausos de las gentes. Abría la comitiva procesional la Banda de Cornetas y Tambores del Salvador, después, tras el Señor, fue la de las Tres Caídas y, cerrando, la que en los últimos años acompañaba a la Virgen de la Luz, la de música "Villa de Otura".

Ese año sería el último en el que Jesús del Trabajo procesionaría en su paso antiguo, aunque sólo lo había utilizado durante diecisiete años, y, también, dejaría de ir sólo en el mismo, como lo había hecho desde 1988. La hermandad en los años precedentes había encargado un paso nuevo que representaría un misterio de la Pasión de Cristo con varias imágenes y que estaría en disposición de procesionar en la Semana Santa de 2011, aunque sin terminar la labor del mismo.

Veinticinco años habían pasado desde que se fundó la hermandad. Veinticinco intensos años en los que la transformación lograda había sido espectacular. La cofradía lo celebró con diversos actos, como el cartel del aniversario, que realizó Manuel Prados y presentado en el Centro Cívico del Zaidín; una exposición de enseres en los salones de la Caja Rural y una salida extraordinaria de la Virgen de la Luz, para el día 9 de octubre por las calles del barrio, pero la lluvia obligó a su suspensión y fue sustituida por una Eucaristía. 

No obstante, el Ecmo. Ayuntamiento de Granada concedió el honor de dedicar una plaza en el barrio a Ntra. Sra. de la Luz, que está situada detrás del templo del Corpus Christi, que ha experimentado una gran transformación en los últimos años. También ese año un nuevo hermano mayor honorario se nombró por la hermandad: el Teniente General Bretón, que donó a la Virgen su fajín para que lo llevara en las estaciones de penitencia.


9 octubre 2010. Preparada para la salida extraordinaria, abortada por la lluvia. Foto: F. D. Fernández 



Un paso de Misterio para Jesús del Trabajo

La junta de gobierno de la hermandad, presidida por Rafael Marti, aprueba el día 23 de junio de 2007 la realización de un paso de los de Misterio para el Señor del Trabajo, que se presenta al cabildo de hermanos para su ratificación, cosa que casi todos deseaban con anhelo. Un paso de misterio representará el alivio de Jesús al encontrar a su Madre, a María Magdalena, al Discípulo Amado y a la Verónica, consolando su cansancio en su camino hacia el Gólgota.

Junto al sostén físico que representa su apoyo en el tronco del árbol, tendría el sostén espiritual y el Consuelo del amor de su Santísima Madre. Una catequesis plástica para llevar al corazón de los zaidineros esa escena de la Pasión del Encuentro consolador.


Diseño del nuevo paso de Jesús del Trabajo

El tallado del paso se contrató con el sevillano Antonio Ibáñez y las siete esculturas que acompañan al Señor se encargaron al onubense, Elías Rodríguez Picón,  que realizaría la imagen de la Virgen del Consuelo, la Verónica, María Magdalena, San Juan Evangelista, más un soldado romano y un sayón.

Todo este trabajo de composición, diseñado por Juan Antonio Galdón, se expuso en el mes de octubre de 2007 para el conocimiento de los granadinos, y el día 3 de noviembre se firmó el contrato de las imágenes con Elías Rodríguez Picón, para que todo se fuera realizando en los próximos años.

Tres de las imágenes que acompañarían a Jesús del Trabajo en su nuevo paso de misterio estaban finalizadas por Elías Rodríguez Picón para la Cuaresma de 2010. Eran las de la Santísima Virgen del Consuelo, excelente advocación para la Madre de Dios, aquélla que en el encuentro por las calles de Jerusalén tuvo que consolar con su presencia la Amargura del Salvador agotado por el peso de la cruz. También, la imagen de San Juan cuidando de la Madre de su Maestro entre el bullicio de las gentes; y la Magdalena, aquella mujer verdadero apóstol femenino, que infatigablemente seguía a Jesús Nazareno.

María Stma. del Consuelo de Elías R. Picón

Y llegó el día del estreno de nuevo paso de Jesús del Trabajo, el Lunes Santo de 2011. A la nueva junta de gobierno presidida por José Luis Liceras Ruiz, le cupo el honor de presentar en la calle estas nuevas imágenes y paso de aquel proyecto que se gestó en la junta de Rafael Martí.

Antes, en la función principal de la hermandad del día 9 de abril se bendijeron las imágenes para que en la estación de penitencia estuvieran bendecidas.


Era tanta la ilusión de ver la hermandad su nuevo paso de misterio, que éste ese primer año se estrenó el canasto en ebanistería, pero completas las imágenes y figuras que lo componían. Por otra parte, lo costoso del proyecto y los medios económicos siempre escasos, hubiera hecho esperar a la cofradía bastantes años sin poderlo sacar en su estación de penitencia.


2011.Estreno de nuevo paso en ebanistería

El paso llevaba al Cristo del Trabajo en su encuentro la Verónica portando el paño donde se estampará la Santa Faz; mientras, un sayón tira de Jesús con un cordel y un soldado romano con plumero corto color rojo lanza su látigo hacia la espalda del Salvador; detrás va la Madre del Consuelo, precedida de San Juan Evangelista y de María Magdalena, y alumbrado el conjunto por seis candelabros de guardabrisas, cuatro en las esquinas y dos bajos en los costados, aún sin dorar. 

Seis imágenes de vestir en total, todas labradas por el escultor Elías Rodríguez Picón, acompañan a Jesús del Trabajo por las calles del Zaidín y de Granada, sobre una alfombra de iris morado, que otorga patetismo a la escena. Todo el conjunto se cimbreaba armónicamente sobre el costal de las hermanas costaleras, a los sones de las marchas que entonaba la magnífica Banda de Cornetas y Tambores de Jesús de las Tres Caídas de la Hermandad del Rosario.


"El Encuentro" 2011

Nueva carrera oficial se estrenaba ese año de 2011, dejando la Calle de Navas y la Plaza del Carmen, como tribuna, para colocarse esta en la calle de Ganivet, con inicio de toma de horas en la Plaza de Mariana Pineda, siguiendo a la Catedral por la calle de Mesones.

El Zaidín admirado los vio salir y regresar con el andar brioso de sus 50 hermanas costaleras (se había aumentado en 20 su número), que llevaban el paso de misterio a lo largo de la Avenida de Dílar. Jamás se había visto discurrir por este populoso barrio un paso de estas características. No me cabe duda, de que en el futuro se convertirá en una de las estampas predilectas más populares de nuestra Semana Santa.


Virgen del Consuelo sigue a Jesús con San Juan y la Magdalena


El 29 de enero de 2011 se le entregó a la hermandad el premio "Pasos" por la Asociación de Mujeres Cofrades de Cartagena a la hermandad que más labor había realizado para la integración de la mujer en el ámbito cofrade español. Al acto acudió el nuevo hermano mayor José Luis Liceras y varios miembros de la junta de gobierno, celebrándose una misa en la iglesia de Santa María de Gracia de aquella ciudad y cena en el Hotel Alfonso XIII.

Ese año se habían remodelado las capillas de la hermandad para dar cobijo a las nuevas imágenes y se les dio nueva iluminación por la Compañía Sevillana Endesa de Electricidad, que donó dicha iluminación, como contribución de ser hermano mayor honorario de la cofradía. En esta remodelación se suprimieron de la pared los exvotos y papelillos, que por cientos ponían los devotos con peticiones y promesas al Cristo, pero que se conservan en el interior de las jarras (5)






 La Verónica y la Virgen del Consuelo, que en principio estuvo en el despacho parroquial, pasaron a la Capilla del Cristo del Trabajo, como partes integrantes del misterio del Encuentro con su Stma. Madre y con la Verónica que se representa en Semana Santa, y San Juan Evangelista y María Magdalena acompañan en  su capilla a la Virgen de la Luz en esa Sacra Conversazione de duelo. 


Capilla de Ntra. Sra. de la Luz, con San Juan y la Magdalena de Elías R. Picón

A partir de este año, la hermandad concentrará todos sus esfuerzos económicos en realizar y finalizar el paso de misterio, que constituirá, sin duda, uno de los principales logros de la Semana Santa granadina.


Una de los momentos cumbres de la Cuaresma granadina es el Vía Crucis de las hermandades de penitencia en la Catedral. En el año 2012 se eligió por la Real Federación de Cofradía para que lo presidiera a la imagen de Jesús del Trabajo. Pasó por la calle de San Antón ante la Capilla del Cristo de San Agustín del Convento del Santo Ángel Custodio, como acostumbra cuando regresa el Lunes Santo al Zaidín. 



2 de Marzo de 2012. Con el Cristo de San Agustín al fondo. Foto web. Cristo de San Agustín


Tal vez, fuese un reconocimiento al esfuerzo de la hermandad para poner en la calle el meritorio paso de misterio. La cofradía salió para la Catedral el día 2 de marzo a las seis de la tarde, rezándose por sus naves el Vía Crucis de la Juventud, que el año anterior se había celebrado en Madrid (6)

Pero el Lunes Santo de 2012, segundo año en que salía el paso de misterio, no se presentó propicio en la meteorología; salía la hermandad con una calle Polinario y la Avenida de Dílar rebosante de gente y con algunas gotas de lluvia enfriando los ánimos, pero la cofradía siguió avanzando con la esperanza de que se disolvieran a medida que se alejaran del barrio. No fue así, porque al llegar a las inmediaciones del Palacio de Congresos, un fuerte chaparrón frustró todas las expectativas, refugiándose imágenes y cofrades en el cercano Parque de Bomberos. Pasado el aguacero la cofradía regresó desde allí a su templo del Corpus Christi. 

La Virgen de la Luz llevaba un cambio en la flor, para ir adornada de orquideas cymbidium en abundante presencia como corresponde a una hermandad típica de barrio. La exuberancia y belleza de su altar itinerante no pudo ese año ser admirado por el centro de la ciudad, pero sí lo vio su barrio fascinado entre las gotas de lluvia.



Una nueva labor se anunciaba añadiría al paso para estrenar en la Semana Santa de 2013, el tallado por Antonio Ibáñez de la delantera del canasto y más de cien hermanas costaleras eran las que se turnaban para llevar el paso de misterio, pero ese Lunes Santo también quedó empañado por la lluvia al llegar cerca de la Catedral, donde se tuvo que refugiar hasta que la lluvia cesó.

Pero ese año el 18 de mayo, el paso de palio volvió a procesionar con motivo de Centenario de la Coronación de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada. Todas las imágenes Dolorosas de las cofradías de la ciudad con varias patronas de pueblos, a excepción de la también zaidinera, María Santísima de la Caridad, realizaron una procesión magna, Magna Mariana, para acudir desde la Catedral, hasta la Basílica de la Virgen de las Angustias. 


María Magdalena de Elías R. Picón

 
A horas tempranas de la mañana de aquel sábado, multitud de zaidineros acompañaron, entre vítores y palmas, a la Virgen de a Luz al punto de concentración: la Catedral granadina. Allí, todas las imágenes en sus pasos procesionales, como un verdadero museo, quedaron durante a mañana para ser contempladas, padeciendo largas colas los asistentes.

Por la tarde comenzó la procesión de las Dolorosas, acompañadas por sus hermanos con cirio y traje oscuro. Era la Virgen de la Luz la segunda Dolorosa en desfilar, tras de Nuestra Señora de Consolación, y delante de María Stma. del Triunfo,  con el Simpecado de estandarte y dos faroles escolta. La Virgen con un exorno floral variado, formado por clavel rosa mezclado con flor blanca y amarilla en las jarras y friso, dejando entrever las hojas verdes, en contraste, las jarrillas delanteras llevaban flor amarilla.


De la Plaza de las Pasiegas fue por Marqués de Gerona y Mesones a la Plaza de  la Trinidad, para subir por Capuchinas y Cárcel Baja a la Gran Vía, Plaza de Isabel La Católica y Reyes, bajando por Puerta Real al Embovedado y Carrera de la Virgen, donde la Patrona de Granada esperaba en su puerta en sus andas procesionales, para recibir el homenaje de todos sus imágenes Dolorosas, más la Virgen del Rosario, la co-patrona, y otras de la provincia que se unieron al homenaje (Nuestra Señora de la Caridad de Loja; Cabeza Coronada de Motril; Martirio Coronada de Ugíjar; Antigua de Almuñécar y Angustias de Alhama).

Tras visitar a la Virgen de las Angustias, cada imagen, ya con banda de música, pues la procesión se realizó en silencio, se dirigió a su sede. La Virgen de la Luz regresó cruzando el Genil a los acordes de la Banda de Música de Otura que estos años la acompañaba en la estación de penitencia.

Labrado de la delantera

Una nueva variación en la carrera oficial se produjo en la Semana Santa de 2014, creemos que esta vez será la definitiva, después de 16 experimentos a lo largo de su historia. Con la tribuna oficial en la calle de Ángel Ganivet, las hermandades se dirigían a la Catedral por la calle de los Mesones, gran cantidad de letreros luminosos en sus comercios. No era, tampoco, una calle apreciada por los costaleros por la dificultad de su pavimento. La Real Federación optó por la calle paralela de la Alhóndiga, donde, además de poder ampliar el número de palcos, los grandes pasos que se estaban realizando en estos años podían lucir de forma más espléndida. 

Cristo del Trabajo cruzando del Zaidín a Granada por el Puente Romano. Foto de la Hermandad


Con ello, la Hermandad del Cristo del Trabajo tuvo que variar su itinerario de regreso en 2014 y siguientes años, para hacerlo por el Pasaje de Diego de Siloé, Plaza de Isabel la Católica, San Matías, privándonos de aquel tradicional discurrir por la recoleta calle de San Antón. 

Después de los incidentes de lluvia en los últimos años, las Semana Santas de 2014, 2015 y 2016 fueron esplendidas y con tiempo primaveral en el que los ciudadanos llenaron las calles como jamás se había conocido. 

No sabemos las razones por las que el paso de Jesús, que estaba realizando Antonio Ibáñez, se ralentizaba su ejecución, pues no se estrenó la talla de la trasera del canasto hasta la Semana Santa de 2015. Ese año, la Verónica, llevaba estampada en el paño la imagen de Jesús, realizada por Juan Antonio Galdón Amador, representando el rostro del Cristo del Consuelo, que ese año celebraba el 75 Aniversario fundacional de su hermandad. Muy ligada, desde los comienzos, a nuestra hermandad zaidinera, a cuya procesión siempre ha mandado una representación.

Verónica de Elías R. Picón


2015. Labrado de la trasera del canasto

Mientras, la Virgen de la Luz cada año se presentaba a los granadinos con más belleza y exquisitez en su adorno floral y sus costaleros y costaleras se superaban cada año en el buen hacer del costal, dirigidas por el capataz Christian Cahucholas, marchando con gran solemnidad y brío en 2015 a los acordes de las marchas de la Banda de Música "La Victoria" de Fuente Vaqueros.

2015.Paño de la Verónica con el Cristo del Consuelo de los Gitanos

Uno de los proyectos que abordará la hermandad para los próximos años será el posible bordado del manto de salida de la Virgen de la Luz. Mientras se realizará la labor de su bordado, la hermandad ha mandado confeccionar un nuevo manto de salida en terciopelo color granate liso, que se bendijo junto al nuevo paño de la Verónica el día sábado del triduo de Cuaresma de 2016. En este año el paño presentará la imagen del, también, zaidinero Cristo de la Lanzada.

2016. Paño de a Verónica con el Cristo de la Lanzada

No obstante, en el año 2009 las camareras de la Virgen tenían la intención de que se bordara un manto nuevo para obsequiárselo en el XXV Aniversario, para lo que el pintor cofrade y diseñador Manuel Prados Guillén hizo un boceto de indudable belleza, con la idea de que lo bordara Antonio Moreno, de Málaga. 


San Juan de Elías R. Picón

Entre las varias iniciativas que las camareras desarrollaron para financiar el manto estuvo la creación de un rastrillo en el Centro Cívico del Zaidín, al margen de la hermandad y como iniciativa de un grupo de camareras, que hizo brotar la protesta de la Asociación de vecinos, que alegaban falta de espacio para otras actividades. Con razón de unos o otros, o sin ella, lo cierto es que en nuestra ciudad todo se politiza y las iniciativas se abortan, y no hay forma de que la ciudad despegue en sus proyectos o éstos se eternizan. 

No sabemos si éste u otro boceto estará en el futuro destinado a plasmarse en realidad, para cubrir a Nuestra Señora en sus estaciones de penitencia. 




Una nueva obra de bordado se está realizando en taller malagueño para estrenarlo en la próxima Semana Santa de 2017: el Guión del Grupo Joven de la hermandad, por el diseñador habitual de la cofradía, Juan Antonio Galdón  


Una hermandad joven, ésta del Cristo del Trabajo y Nuestra Señora de la Luz, que en poco más de veinticinco años ha evolucionado, como se puede apreciar en este trabajo, con la fuerza  del fervor, tesón y la ilusión que ha conseguido calar hondamente en las entrañas de un barrio. Devociones e ilusiones que mueven al hombre a crear y a realizar algunas cosas que nos pueden parecer un milagro.  


2016. 
El espíritu de hermanamiento y colaboración entre algunas de nuestras hermandades de penitencia se puso de manifiesto el 8 de octubre de 2016, cuando esta hermandad prestó a la zaidinera hermandad de la Lanzada la saya de salida de la Virgen de la Luz, para la salida extraordinaria de María Santísima de la Caridad a la Basílica de San Juan de Dios, en conmemoración de su XXX Aniversario.

Un futuro espléndido, sin duda, tiene por delante la hermandad, que conseguirá vencer dificultades, como lo ha conseguido hasta el presente momento. Tiene un gran barrio granadino como parihuela de su sustento; saber seguir penetrando en sus entrañas y hacerlo participar más activamente en las filas de su estación de penitencia y proyectos de la hermandad es un reto que deben de tener sus hermanos y juntas de gobierno. Con ello, el futuro estará asegurado. 

2016




Virgen de la Luz de Eduardo Espinosa Alfambra


Virgen del Consuelo de Elías Rodríguez Picón


Partituras: Cristo del Trabajo (1988) y Virgen de la Luz (1993) de Aniceto Giner; Divina Plegaria de Rafael Ortega Pérez; Luz Divina (1997) de F. Víctor González García; Luz de María (2004) de David Álvarez y Divina Plegaria de A.M.


Hermanos mayores



1985-1988?     Miguel Mesa Muñoz 

1888?-2001     Vicente Aguilera Lupiañez
2001- 2009      Rafael Marti Jiménez
2009- 2017      José Luis Liceras Ruiz
2017- 2021      Ángel Aguilera Linares
2021-               Ángel Aguilera Linares

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1. OLGOSO, Isidro. Entre ríos. Historias del Zaidín (1953-1979). Editorial La Vela: Granada, 2001
2. PADIAL BAILÓN, Antonio. Para ampliar conocimiento de ambas antiguas hermandades se puede consulta mi blog de Google, La Granada Eterna. Antiguas Hermandades Pasionistas de Granada. Entradas de 27 de diciembre de 2014 y de 14 de mayo de 2013, respectivamente.
3. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Fundación, Revista Gólgota Semana Santa 2001, pág. 55.
4. PADIAL BAILÓN, Antonio, La Cofradía de la Humildad de Nuestro Señor Jesucristo del Convento de la Merced Calzada de Granada, entrada de 11 de enero de 2013 en  apaibailon.blogspot.com/. 
5. Revista "Jesús Despojado",  pág 39, Semana Santa 2013.
6. Revista "Gólgota, Cuaresma 2012" , pág 7. 
7. Notas del autor, prensa y revistas Despojado y Gólgota.